El pack incluye: un ejemplar de "Chico! Los que van detrás de la fila", un ejemplar de "Chico!Lo que me gusta del verano" y marcapáginas de regalo.
 
CHICO! Lo que me gusta del verano
Nuevo volumen de las aventuras de los personajes de "Chico!" con historias inéditas
Encuadernación rústica con solapas.
172 páginas.
Incluye marcapáginas de regalo.
650 g.
Prólogo de Rocío Delgado.
Incluye relato inédito de Pablo Wessling.
Tras un agitado curso en el que pasaron muchas cosas, Berto llega al verano del 2002 con una importante novedad que le hace flotar de alegría: tiene novio. Junto a él, y siempre a lado de sus amigas Lorelá, Hannah y Rika, continuará descubriendo y descubriéndose en unos días en los que ni todo es lo que parece ni siempre brilla el sol. El amor, la nostalgia y el pop se entremezclan para formar una historia sobre los vínculos familiares y elegidos y cómo estos guían nuestros pasos. En un coctel tierno, pícaro y, sobre todo, sincero, Pablo Carreiro nos sumerge en un universo donde es sencillo reconocerse a través de un elenco de personajes que brillan como Perseidas. Chico! Lo que me gusta del verano es un camino que nos planta frente a lo que fuimos y siempre seremos.
 
CHICO! LOS QUE VAN DETRÁS DE LA FILA
Nuevo volumen de las aventuras de los personajes de "Chico!" con historias inéditas
Encuadernación rústica con solapas.
154 páginas.
Incluye marcapáginas de regalo.
600 g.
Prólogo de Alejandro Parreño.
 
A los dieciséis años, Berto y sus amigas no sacan tan buenas notas como las chaponas; ni lucen tan bien como las pijas, no quedan al salir de clase con los chavales, ni se codean con los mas populares. Ellos son los que van detrás de la fila, los típicos que están ahí, pero nadie tiene en cuenta, sobre los que no se cuentan cotilleos y pocos invitan a sus fiestas.
 
Sin embargo, tras una miestariosa pintada en el encerado, todo comienza a cambiar. ¿A mejor?
Pablo Carreiro, desde la ternura y la honestidad, fragua una historia de amistad efervescente en la que, desde la casilla de salida, sus personajes comienzan a conocerse y abrazan sus propias banderas.
Todo un ejercicio de nostalgia en un viaje de regreso al colegio en pleno 2002, el año en el que, aunque no ganamos Eurovisión, nos creímos los mejores.